El truco es sencillo.
Cuenta cuánto tiempo eres capaz de aguantar leyendo comidas de polla en los comentarios de tu blog sin que te entren arcadas. Si no potas en un tiempo razonable, eres un gurú 2.0.
Si al mirarte al espejo lo que ves no es a una persona, sino a un evangelizador de la web 2.0, entonces tÃo, eres un gurú 2.0.
Si te crees con la licencia de decir lo que te salga del pijo sin que haya consecuencias, eres un gurú 2.0.
Si crees que me importa saber que pasas más tiempo en la T4 que follando, eres un gurú 2.0.
Si hay alguien que cree que tu twitter es útil porque asà sabe cuándo puede llamarte por teléfono sin molestar, porque sabe que estás disponible, eres un gurú 2.0.
Si me comes la mismÃsima polla, eres un gurú 2.0.
Si te ha jodido este artÃculo, eres un gurú 2.0.
Y la verdad, si te ha jodido, me la pela
Caracolo: Iyo, tampoco es pa ponerse asÃn, los gurús 2.0 no nos han hecho ná
Astracán: SÃ, na más que existir, que ya es suficiente
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