JOHN ABERNETHY
Éste Medico inglés acababa de acostarse tras un día agotador por recibir tantos pacientes, entonces llamó a su puerta una mujer gritando:
¡¡Mi hijo se ha tragado un ratón!!. – ¡Pues que se trague un gato y me deje en paz!
Exclamó el Doctor con mala leche.