Si me preguntaran cuál es uno de los problemas que le veo a Madrid, dirÃa sin pensarlo que a Madrid le sobra gente. Pero Gallardón no es tonto y lo tiene tó preparao, que pa eso ha estudiao en los mejores colegios de pago de su barrio. He descubierto cuál es su oscuro plan para terminar con la superpoblación: los músicos del metro.
Lo tiene tó pensado: te levantas el lunes por la mañana tarde, de mala hostia y posiblemente con los últimos coletazos de la enorme resaca de la fiesta del viernes. Con tó los ojos legañosos, te vistes más rápido que cuando escuchabas la puerta de casa de tus padres y te pillaban echando un kiki, y sales pitando pa’l metro.
¡Mierda! Se me ha acabao el puto billete, a sacar otro. Las máquinas están jodidas y es primero de mes, asà que hay una cola der carajo pa comprar uno. Pos te toca esperar…y esperar…y esperar más todavÃa…
Cuando ya tienes tu billete, después de 10 minutos en la cola te dispones a coger el metro. No sin antes escuchar al puto músico del metro (nombre térsnico). En ese estado de ansiedad y puteamiento tienes que oÃr 10 segundos de una canción de los Pecos, o versiones de Héroes del Silencio totalmente violadas y vejadas, o Suave de Luis Miguel cantado por una tÃa sacada de un manicomio de polacas lobotomizadas.
¿Y qué es lo que te encuentras justo después de semejante martirio? La vÃa del Metro. ¡Malditos! ¡Acabarán con todos nosotros! ¡Bajaremos las escaleras y nos arrojaremos como borregos al foso a esperar nuestra dulce muerte! ¡Os odio! ¡Os odioooo! ¡Gallardón mamona! ¿Qué? ¿Que no me crees? Po mira, ¡que hasta una web que encontré por Google lo dise!
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