Ha sido una dura semana para todos nosotros, los flaperos. Hemos sacrificado nuestras vacaciones por vosotros, lectores y enemigos de éste humilde (pero tó wapo) blog que intenta alegrar la mañana de la internete española.
Esta semana hemos conseguido algo más increible que ashmel publique un post; algo más inusual que Josemon nos regale una viñeta; algo más glorioso que organizar un día temático y que salga bien; algo más inverosimil que Caracol escribiendo en castellano puro; algo más flipante que un post bueno de Hermanisísimo. Hemos realizado toda una puñetera semana temática con el tema de la Semana Santa como epicentro de nuestros desvaríos personales. Con dos cojones.
A aquellos que habéis podido disfrutarlo día a día y dejarnos algún comentario, sólo deciros una cosa de corazón: estáis enfermos de Internet. A aquellos que hemos ofendido con algunas de las viñetas quisieramos pedirles perdón. No, evidentemente es coña: a éstos les decimos que aqui es lo que hay, que estáis advertidos y nos coméis la raba un poquito (sólo un poquito, de acabar el trabajo ya se encarga la maricona del Caín).
El comentario de la semana
Nos vais a permitir que el comentario de esta semana se lo asignemos a ese amplísimo grupo de andaluces (sí: amplísimo para sorpresa de muchos foráneos) que intentan por todos los medios escapar de ésta dictadura de la mayoría que nos supone a muchos la Semana Santa.
Esos que sufren cortes de tráfico, la imposibilidad de volver a su propio hogar (incluso encontrándose a 10 metros de él —hecho real y constrastado—). A ellos va dedicado esta frase:
¡Si sólo son muñecos de madera, joder!
