Continuando con las anécdotas de currante (gracias a Diox -coming soon- ahora vivo de Flapa que me paga minolles y minolles), saltemos a otro gremio que me dio, oh, tantas alegrÃas.. el comercio de ropa. Pensáis que trabajar en un Zara o un Massimo Dutti es, os ea, molón y tal, ¿todo supertranki? ¡Y una mierda! ¡Es lo mas chungo del mundo! Y es que pasan cosas como éstas…
- Único tÃo en toooooda una planta de ropa de tÃa, me llaman cada 2×3 para “coger bajos” o arreglos en los probadores. AllÃ, por supuesto, vi más tetas y culos (¿porqué coño las tÃas os probáis la ropa con la cortina abierta?) que en toda mi vida, además de las siguientes cosas, todas reales.
- Una niña pequeña que se le escapa a su madre y se baja la ropa y empieza a cagar en el probador.
- Una chica con una POLLA como una olla
- Una enanita – digo bien, una mujer con enanismo – que me pide que le arregle los bajos del pantalón… imaginaos la escena… unos 60 centÃmetros de dobladillo…
- Una vez una tipa me preguntó por un chaleco “color molino” y claro, pensando que se estaba quedando conmigo le dije “molino de Don quijote o molinillo de café?”. La tipa se cabreó tanto (“¡¡no vengo a esta tienda a que me tomen el pelo!!”) que puso su hoja de reclamaciones y todo. (Por cierto y por si alguien lo sabe, que me explique que coño es el color molino – caracolo tú mejor no)
- En una tienda de esas que vale el pantalón vaquero 180€ p’arriba, hubo una vez que atendà a un pijo al que no pude entender, lo juro, ya es que hasta me dio la risa nerviosa, con su “ossheunnpntalonnasssiossseaaaarmanilotrabajaisssnoo??”, tuve que ¡tirar de intérprete! de la tienda de al lao… ¡y era tan sevillano como yo!
- Oh, aquella inolvidable ocasión en la que pillé a una tipa intentando robar, y en vez de pirarse llamó a su marido ” miiiiiira el paaaaayo Manué, que no deja de miraaaalme y me querÃa tocal “.. se planta el tÃo delante mia, se pone chulo en plan “paaaayo yo a ti te me maaato !!”.. yo me cago en Diox, les digo que se vayan a la puta calle, al pavo lo tienen que sujetar los seguratas… y me da un ataque de risa delante de los dos incontrolable, se cabrean más, me quieren matar, etc… y más me rÃo… surrealista.
En fin, contadme hijos mios, contadme, que esto continuará.
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