Contenido de la sección Astracán

Baila enano, baila

De todos es ya sabido mi afición por las bizarradas y como hacía mucho que no publicaba ninguna, aquí tenéis una que ha hecho que me parta todo el ojete. Y por si fuera poco, tiene también algo de Indian Movie. ¿Qué más se puede pedir…?

ah sí, podría pedir que al etiquetar este post como “cine indio” lleguen un montón de gafapastas y se les quede la boca tó partía al darle al play. Cuánto ansío ser omnisciente omnipresente para ver todos esos momentos, ains

Recorte de presupuesto en I+D

Tijeretazo: no al recorte de presupuesto en I+D

Puedes robar este título

Yo robé esta imagen a flapa.es

y por favor, róbala sin pedir permiso ni enlazar, lo estamos deseando

Cuando subo una foto a flickr, con su licencia Creative Commons por supuesto, no dejo de pensar cuál será el primer medio digital, periódico o blog de poca monta, que me fusilará el contenido. Total, si no me costó nada hacer la foto. Tan sólo engañar a un amigo para que me acompañara al Corte Inglés, comprar una reflex que me costó un cojón y parte del otro (sin contar las duras horas de trabajo mileurista), desplazarme a algún sitio para hacer fotos, estar en el lugar y en el momento adecuado para captar la instantánea, pasar la foto al ordenador, tratarla con el Lightroom como es debido y subirla a la cuenta de flickr pro que me regaló el ratoncito pérez. ¿Qué es tó eso por Dios? ¡Ná joe, miseria!

O lo mismo cuando paso horas pensando qué puedo escribir en el blog, hasta que se me ocurre la idea feliz. El tiempo invertido en escribir el post, hacer la viñetita de turno o encontrar ese chascarrillo que consiga hacer reír a la gente. Porque además, como todos sabemos, hacer reír es tela de fácil. Y si no mira (y digo bien, mira) a cualquier alist.

…¡ah! se me olvidaba. Este texto es también Creative Commons, pa que lo copipastees…con tó tu puta madre en carsona

Sevici: Vamos contigo

Una bicicleta de Sevici en mi cocina

Sevici. Vamos contigo. Y nunca mejor dicho, vaya.

Acabo de llegar a casa después de una larga noche de #twittmuseo, una quedada de twitter Sevilla. Lamentablemente ni tengo coche ni tengo moto (sí, soy un puto estudiante y currante de 27 años que no tiene ni el carnet, yo soy asín), por lo que normalmente para volver a casa siempre uso una bicicleta de Sevici.

La bicicleta que véis la recogí en La Macarena, era la única que quedaba en la estación (aro, normal, luego entendí por qué). Costó trabajito sacarla, no digo yo que no. Pero al menos tenía las dos ruedas infladas, hecho ya de por sí bastante inusual en este servicio de bicicletas.

Cuál fue mi sorpresa que al llegar a una estación de mi barrio no era capaz de meterla en el pivotito correspondiente, para irme a mi casa como está mandao. Y mi sorpresa fue todavía mayor cuando no fui capaz de dejarla en ningún pivotito de la estación. Ni en el de esa estación, ni en ninguno de los pivotitos de otras dos estaciones más en las que probé suerte. Y además, como es lógico, intenté contactar con el servicio de atención telefónica de Sevici, pero era imposible. No prestan servicio hasta las 9 de la mañana.

Pues nada, señores de Sevici. Aquí tienen la bicicleta. Por lo menos he tenido la decencia de no dejarla tirada en mitad de la calle. Cuando quieran, vienen a recogerla, porque por mis santos cojones que después de 45 minutos intentando “aparcarla” esta noche (y ahora son las 5:45 de la mañana) no pienso dar una pedalá de más.

Un robo inoportuno

Hablan por megafonía, han robado un coche. ¿Adivinas a quien?

Al pobre le habían reventado el coche, le habían robado el móvil (entre otras cosas) y ya habían hecho una llamada a Marruecos. ¡Qué mala suerrrrrrrrrte chato!