Si, lo confieso, veo porno.
- “Ooh tio, eres un guarro!
No, señora, es que, aparte del gustillo de ver a potrillas despampanantes hacer cosas increibles que apuntar en mi lista de “cosas pendientes que hacer”, el porno es también un filón para el humor.
Recuerdo aquellos dÃas en los que Cain, Josemon y un servidor pasábamos noches alcoholizadas viendo la cortinilla de madrugada de la televisión local… era una sucesión de fotos eróticas con números de teléfono de lineas 900 debajo, de las de “llamame, te espero”… y entre esas fotos en bucle, a cada cual mas chunga, habÃa una de una tia bizca feÃsima mirando a cámara con toda la cara de deseo que te puede provocar PaquirrÃn en tanga de leopardo.
Era como esperar el gol en un partido, cuando salÃa la tipa estallábamos a carcajadas, UuuUUeeEE!!, la biza, la bizca !!
Bien, ahora ya no hay esas cortinillas, ahora hay pantalla dividida con mensajes de chat, anuncios de lineas eróticas y, en pequeñito arriba, la peli porno.
Bizca de nuestros amores, te extrañaremos siempre, pero a cambio tendremos siempre, para reirnos, estos tÃtulos (aviso, todos estos tÃtulos son reales):
- Señor Negro, no sé si me va a caber todo eso
- Puticlinica de recoñocimiento
- Vino a por trabajo y le comieron lo de abajo
- Alicia en el paÃs de las verguillas
- Abierta hasta el amanecer
- Los Pichapiedra
- Nabocop
- Rabocop
- Raboman
- Penetreitor
- Juranal Park
- Don Pijote de la Mancha
- Vacaciones de verano con el pepino en la mano
- Negratas con tres patas
- La pornográfica Ana y su putÃsima hermana
- La princesa Nabo, primera trilogia de la amenaza travesti
- Eduardo Manospenes
- Tócamela otra vez, Sam
- Porculeitor
- Papoya el Marino
- Qué risa nos hace el pito del abuelito
- Si yo no soy Curro Jiménez, qué hago con este trabuco
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