¿Y por qué?
Desde que con 17 años fui a ver Independence Day y Bill Pullman soltó aquel discursito pro-norteamérica antes de subirse a los cazas para cargarse al marciano invasor, tomé conciencia de una gran verdad: los norteamericanos son gilipollas, tontos de culo, carajones y bastante creÃdos ¿Por qué Diox sólo ha de bendecir América?
Con todo el porculo que dan —todas las guerras de la segunda mitad del siglo XX se las debemos a ellos ¡gracias!—, con ese complejo de jefe mandando aqui y allá y con tan pocos dedos de frente como para pensar que un pais como España (que gana Eurocopas y todo) está en México. WTF!
No sólo les ha bastando mangonearnos, ponernos bases militares de donde les ha salido de los huevos, instaurarnos su modo de vida estresado y lleno de hamburguesas que provocan auténtico cáncer de sida, sino que además pretenden monopolizar los favores de Diox.
Y un carajo pa tó ustedes y una mojona de a kilo de regalo, norteamericanos. Y me da igual quedarme sin Transformes, Disneylandia y Google, fijate lo que te digo. Porque una cosa han de saber, dueños del Mundo®: Diox, desde que empezamos a escribir gilipolleces —¡incluso mucho antes!— siempre ha estado con nosotros, de nuestra parte ¿Que Diox bendiga América? ¡Enga ya! ¡¡Que Diox nos bendiga a nosotros, mamahostias!
Comentarios
0 comentario en “Dios bendiga América”