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Garrafones son amores



23:16 p.m. Hogar, dulce hogar
Maqueado. Hoy estás que te sales. Mira, mira qué percha tiene el colega. ¡Ahí está el tío! Su gomina, su pelo p’atrás, su camisa de petao, sus pantalones de pinsa, sus sapatito de picoh. ¡Hoy fijo que te lo comes!

00:03 a.m. Lugar de encuentro
- ¡Cabesaaaaa! ¡Que ase loco!
- Iyooo, po ná tío. Aquí traigo el alcohol. No veas qué trabajito, que he salío de curra…
- ¿Ron Negrita? ¿Por qué no das una patá en la boca mejor?
- ¡Qué sé tío! Es lo único que había.
- ¿Lo único que había? Que voy a dá ajín… iyo, ¿y esa tía tan fea quien es?
- No sé loco, una amiga de prima.
- Ostía tío, po es más fea que un bulldó bocabajo. ¡Enga anda! Trae p’acá el ron ese.

02:31 a.m. El fallo
- ¿Qué quieres?
- ¡¡RON!!
- ¿¡Qué!?
- ¡¡RON CON COLA!! ¡Cabesaaaa! ¿Tu prima estaba por aquí, no?

03:25 p.m. El fallo 2, la venganza
- ¿Qué quieres?
- ¡¡RON CON COLA!! Kiyo… hic… ¿la amiga de tu prima donde anda? Pó la tía no está tan mal, ¿jave o no?

9 meses después
El niño más feo que te puede echar a la cara.

Recuérdalo. Las imprudencias se pagan. Carísimas.

Beber garrafón todavía más.

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