- Mear sin poder mirarte la chorra ni adonde apuntas.
- Cortarte las uñas de los pies (nuevo deporte de riesgo, emoción asegurada!!!)
- Encontrar la postura para el sexo oral (si, si, tú inténtalo !).
- Buscar lo que se te ha caido debajo de la mesa.
- Sacar a pasear al perro, que éste de vueltas alrededor tuya, que tú des vueltas como un trompo sabiendo que el perro está cerca, pero no dónde (de nuevo jiji jaja )
- Ver un partido de tenis.
- Curzar la calle y mirar a derecha e izquierda, dos veces.
- Que alguien te llame y te tengas que girar para ver quien coño es.
En próximas ediciones, “La vida sexual de un lisiao” y “Maldito perro, sé que estás ahÔ, atentos a sus pantallas.