Se recogen fondos para la extradición del Hermanisisimo
Monthly Archives: agosto 2008
Mamá, Chicho me toca.
Me toca cada vez más.
Mamá, Chicho me toca,
me toca, me toca,
defiéndemee tú.
Te cagas. Y esto era de cuando la tele se suponÃa que era tele de verdad. A los ochenteros como yo, que les tocó de pleno el nacimiento de las nuevas cadenas privadas, estas cosas nos traen, aunque os parezca mentira, buenos recuerdos.
- Emilio, Emilio, tengo miedo.
- ¡¡Calla jiñá de los cojones, y sigue moviéndote, que necesitamos que suba la audencia!!
Pero…WFT?! Telecinco, tu cadena amiga, mostraba más carne en horario infantil de la que se puede ver en una porno de Celia Blanco, al menos, en los 30 minutos que te dura el pajote, claro (ejem… vale, 10). Eso cuando no estaba Milikito en la tele o por supuesto, la incombustible risa de Loreto Valverde.
Lo que yo no sé es cómo no nos hemos vuelto locos (más) guardando cosas asà en la memoria. Es de entender, que algunos no hayan conseguido superarlo. Animalicos.
Aquà tenemos la segunda parte de la vida y obra de este gran autor. Este capÃtulo está dedicado enteramente a Nausicaä. Espero que lo disfruten.
Existen tanto un manga como una pelÃcula de animación (o anime para los entendidos) del mismo nombre. El manga fue publicado mas o menos por el año 2000 por Planeta DeAgostini. La pelÃcula de animación salió a la luz mucho antes de que finalizara el manga, y por tanto sólo abarca el primer tomo y parte del segundo del total de seis tomos que finalmente tuvo la serie una vez finalizada allá por el año 1994.
Si, lo confieso, veo porno.
- “Ooh tio, eres un guarro!
No, señora, es que, aparte del gustillo de ver a potrillas despampanantes hacer cosas increibles que apuntar en mi lista de “cosas pendientes que hacer”, el porno es también un filón para el humor.
Recuerdo aquellos dÃas en los que Cain, Josemon y un servidor pasábamos noches alcoholizadas viendo la cortinilla de madrugada de la televisión local… era una sucesión de fotos eróticas con números de teléfono de lineas 900 debajo, de las de “llamame, te espero”… y entre esas fotos en bucle, a cada cual mas chunga, habÃa una de una tia bizca feÃsima mirando a cámara con toda la cara de deseo que te puede provocar PaquirrÃn en tanga de leopardo.
